Si hiciésemos
bien las cuentas veríamos que incentivos como el PLAN RENOVE, PLAN 2000 o el
último PLAN PIVE no sólo son un aliciente para las ventas, sino que detrás de cualquiera
de ellos se generan una serie de aspectos positivos que, puestos a tener en
cuenta, son de gran trascendencia.
En primer
lugar valoraremos la incidencia que puede acarrear a nuestra Economía que el
Gobierno aporte 1.000 euros para la compra de un vehículo nuevo. Si hiciésemos
bien las cuentas nos daríamos cuenta que el retorno de esos 1.000 euros es
inmediato, dado que no hay prácticamente coches de estas características en el
mercado o suponen menos del 1 % los vehículos que no superan los 6.000 euros de
precio franco fábrica, con lo cual si lo multiplicamos por el 21 % de IVA que
van a ingresar con la compra del coche nuevo, el resultado son 1.260 euros que
automáticamente se ingresan en las arcas del Estado.
Siguiendo con
las matemáticas, lo normal será que dicho vehículo genere otros ingresos al
erario público como el impuesto de matriculación en el caso de que estuviese
gravado con él, dado que hoy representan más del 60 % de los vehículos del
mercado español que se ajustan a estas características. Y dicho impuesto varía
desde el 4,75 % hasta el 14,75% sobre la base de factura de venta. Otro ingreso
importante lo suponen las tasas de matriculación de la Dirección General de
Tráfico, hay algunas más, pero no quisiera aburrirles.
Todo ello sin
valorar el potencial humano necesario para engrasar esta maquinaria que va
desde el comercial y demás empleados del concesionario, pasando por entidades
financieras, gestorías administrativas y un largo etcétera.
Por último, y
no por ello menos importante, la condición para la obtención de una subvención
de los citados 1.000 euros es que se mande al desguace otro coche de más de 10
años, una acción con la que estamos ayudando a cuidar el Medio Ambiente y a
quitar de nuestras carreteras vehículos poco seguros, algo con lo que además
mejoramos nuestra seguridad vial, un aspecto en el que está tan sensibilizada
toda la sociedad.
Como ven, no se trata sólo de “ayudar” al sector
de la automoción, sino de aportar a nuestra Economía el mecanismo para generar ingresos
y puestos de trabajo, algo que tanta falta nos hace, y que podemos conseguir
sólo haciendo bien las cuentas.